Además de vitamina C, el limón contiene importantes propiedades cítricas como folatos y flavonoides, además de otros compuestos como ácidos fenólicos, cumarinas, ácidos carboxílicos y aminoácidos. Popularmente utilizado para tratar el dolor de estómago y los  resfriados, sus beneficios van mucho más allá:

• Ayuda a prevenir infecciones

• El citrato de limón previene los cálculos renales

• Está indicado para tratar el escorbuto, el dolor de garganta y la fiebre

• También indicado para  hipertensión, reumatismo y cálculos renales

• Tiene propiedades antibacterianas, antifúngicas, antiinflamatorias, anticancerígenas, hepatoprotectoras y cardio protectoras

• Mejora la  absorción de hierro no hemo  de vegetales verdes, remolachas y frijoles

• Ayuda en el proceso de cicatrización y estimula la síntesis de colágeno

• Ayuda a reducir el ardor de estómago (tiene un alto contenido de ácido cítrico)

“El ácido cítrico de los limones ronda entre un 5 y un 7 % y, cuando está libre, al ingerirlo se oxida y se comporta como un “alcalinizante”. Es decir, neutraliza la acidez interna, estabilizando el pH de la sangre”, explica la nutricionista Jessica Ferreira, especialista en nutrición deportiva y enfermedades cardiovasculares.

Mucho se habla de que el limón es milagroso, con función desintoxicante, ayuda a adelgazar, fortalece el sistema inmunológico, entre otros beneficios. Para no dejar dudas, le pedimos a la nutricionista que aclarara algunos mitos y verdades:

Es desintoxicante MITO

El limón, al igual que otras frutas fuentes de vitamina C (acerola, anacardo, mandarina y naranja) tiene compuestos antioxidantes que combaten los radicales libres en las células, reduciendo el estrés oxidativo, pero por sí solo no tiene una función détox. Según la nutricionista, el proceso de desintoxicación en el cuerpo no es solo un alimento. “Es la suma del consumo de alimentos saludables y la eliminación de alimentos que tienen componentes tóxicos, metales pesados, o que provocan una reacción inmunológica y/o intolerancia en el organismo”, explica.

Fortalece el sistema inmunológico. VERDAD

Por ser rico en vitamina C (antioxidante), el limón actúa directamente sobre el sistema inmunológico. Pero es recomendable su consumo inmediato para aprovechar la biodisponibilidad de la vitamina C y otros compuestos inestables, sensibles a la luz y la temperatura.

Con agua tibia ayuda a adelgazar. MITO

La nutricionista aclara que nuestro cuerpo tiene un mecanismo fisiológico conocido como termorregulación que regula la temperatura interna cuando ingerimos agua o alimentos tibios y calientes, y esto es lo que provoca la distensión o contracción gástrica, pero nada relevante para alterar el gasto calórico.

Ayuda con la digestión. VERDAD

El ácido cítrico del limón, cuando se consume con el estómago vacío, estimula la producción de fluidos digestivos del estómago, el  hígado  y el páncreas. “Otros alimentos también generan este estímulo. El limón solo se adelantará a este proceso ante la llegada de más alimento, facilitando la digestión”, explica la nutricionista.

Combate la absorción de grasas. MITO

El limón ayuda a la digestión, pero lo que combate la absorción de grasas es consumir menos calorías y gastar más (déficit calórico), y llevar una  dieta equilibrada.

Agrava los problemas gastrointestinales. MITO

Aunque es una fruta ácida, el limón puede ayudar a reducir el ardor estomacal debido a su alto contenido en ácido cítrico, que al ingerirse se oxida y funciona como bloqueador de la acidez estomacal, comportándose como un “alcalinizante”. es decir, un neutralizador de la acidez interna, que estabiliza el pH. Para ello, la nutricionista recomienda exprimir medio limón en un vaso de agua.

Beneficioso para la dieta. VERDAD

El jugo de limón participa en la desintoxicación del organismo y combate los radicales libres en el organismo, desinflama y aumenta la  sensación de saciedad . No obstante, en cualquier zumo de frutas lo ideal es no poner azúcar, por lo que no se debe abusar del zumo de limón. “Y es importante apostar por la variedad de cítricos”, orienta la nutricionista.

Previene la retención de líquidos. VERDAD

El potasio, presente en la fruta, ayuda a mantener el equilibrio de líquidos en el cuerpo, combinado con  una ingesta adecuada de agua  y un consumo reducido de sal.

Evita los resfriados. VERDAD

El limón es rico en vitamina C por lo que modula el sistema inmunitario, reduce  los procesos alérgicos  y de resfriado, y aumenta la acción de las células inmunitarias como los linfocitos y los macrófagos. “Los adultos sanos necesitan de 100 a 200 mg/día de ácido ascórbico. En 100 g de limón se encuentran 32,8 mg”, explica la nutricionista, advirtiendo que las naranjas tienen más cantidad (59 mg) y la acerola aún más (941 mg).

Equilibra el pH de la sangre. VERDAD

Nuestro cuerpo trabaja constantemente para mantener el pH de la sangre ligeramente alcalino (entre 7,3 y 7,4). Y, según la nutricionista, una forma de contribuir a ese equilibrio es consumir alimentos que sean fuentes de nutrientes precursores de bases como el potasio, el magnesio y el calcio, que en su mayoría son de origen vegetal. El limón se considera “alcalinizante” debido al residuo orgánico alcalino que deja en el organismo tras su digestión.

Acelera el metabolismo. MITO

El limón puede ser un facilitador en la pérdida de peso, solo porque tiene compuestos que ayudan al organismo a desinflamar, pero la fruta no tiene efecto termogénico. “Lo ideal es seguir una  dieta sana, con restricción calórica no severa, y  practicar actividad física  para acelerar el metabolismo”, orienta la nutricionista.

Zumo détox y bizcocho de limón

La nutricionista indica dos recetas fáciles con limón. ¡Y  en este enlace  encontrarás 20 recetas más!

Jugo de desintoxicación

1 limón exprimido, 1 rodaja de jengibre, 1 col mediana y 1 manzana pequeña. Tritura todo en una licuadora y bebe inmediatamente (sin colar).

Pastel de limón

• 1 limón siciliano grande, pelado y sin hueso

• 1 taza de fécula de maíz

• 2 tazas de harina de trigo integral (o harina de arroz, harina de almendras, harina de soya)

• 3 cucharadas de mantequilla, o 30 ml de aceite de coco

• 3 huevos

• 2 tazas de azúcar, o 1 1/2 de xilitol, o 4 cucharadas de miel o melaza.

• 100 ml de kéfir de leche de 24 horas (fermentación de 24 horas)

• 1 cucharada rasa de levadura

Modo de preparación: batir bien todos los ingredientes antes de mezclar la harina. Luego de agregar la harina, batir un poco más y finalmente agregar la levadura. Engrasa ligeramente el molde y hornea a 180° durante 30 minutos.

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